Después de meditar durante un tiempo, analizando individualmente y colectivamente, con el grupo de trabajo lo sucedido en el Campus, tengo que resaltar que ha sido una experiencia inolvidable y muy positiva en lo deportivo y en lo humano.
Algunos de los que hemos participamos como monitores, hemos vivido la experiencia profesional de lo que es una pretemporada desde el punto de vista del jugador y otros desde la dirección, pero siempre con profesionales. Esta experiencia de tantos años es la que nos ha llevado a trasladar todo lo aprendido, con el requisito de que enfrente teníamos niños entre 8 y 16 años.
José Luis Romero quiso añadir en el anuncio del Campus las palabras Mini-Pretemporada, ya que durante los 6 días de duración había que concentrar todo el trabajo de campo que haces durante un mes en una temporada regular, añadiendo además actividades lúdicas y piscina.
A medida que iba transcurriendo la semana nos encontramos con la dificultad de que el niño que más horas entrenaba a la semana eran 3 aproximadamente y nosotros en el primer día, realizamos dos entrenamientos que en el cómputo global equivale a lo que hacen en sus clubes respectivamente en una semana.
Tuvimos que improvisar desde el conocimiento y sustituir algunos de los entrenamientos de la mañana por actividades que no tuvieran ninguna carga física (charlas de nutrición infantil, la visita de una sicóloga especialista en niños para estimularle los valores de un deportista, la visita de los hermanos Alfaro, videos, charlas sobre el reglamento y el Sacerdote S.D.B. D. Miguel Moreno que nos arrancó unas carcajadas a todos, niños y no tan niños, sobre todo para evitar lesiones que ha su vez les impidiera poder continuar en el Campus, ya que el último día estaba reservado para realizar partidos entre ellos y a su vez ver algunos detalles de la enseñanza realizada durante la semana.
Los niños han tenido un comportamiento magnífico, prácticamente con un 100 x 100 de asistencias, cierto es que a pesar de que a medida que iba transcurriendo la semana, el cansancio era palpable, le preguntamos uno a uno si le dolía algo o si tenía alguna molestia y todos nos contestaron que estaban bien, bueno aunque algunos con agujetas. Nosotros contábamos que podía suceder que tuvieran algunas molestias o agujetas, ya que es lo normal en una pretemporada y teníamos por delante 8 horas de actividades diarias y sobre todo con niños.
A pesar de todo, el viernes después del último entrenamiento de la tarde, antes de irnos a los vestuarios, le preguntamos al final que es lo que les gustaría hacer ahora, por unanimidad nos respondieron que querían jugar partidos, esa actitud de los niños te demuestra lo entusiasmados que estaban a pesar de las 40 horas que llevaban entre entrenamientos y actividades a sus espaldas.
Hemos observado y eso nos ha motivado a su vez a nosotros el hecho de que los niños tiraran de los padres para llevarlos a los entrenamientos y así hacerlos partícipes de alguna manera, sobre todo en el cumplimiento de los horarios marcados para no entorpecer la dinámica del grupo, a pesar de que estaban un poco cansados, sobre todo en los últimos días.
No quisiera dejar pasar por alto y agradecerles a los padres la confianza que han depositado en nosotros y como queríamos hacerlos partícipes también de este evento, todos los que quisieron venir a ver a sus hijos a los entrenamientos, pudieron hacerlo, con un comportamiento ejemplar.
Nosotros desde el principio quisimos dejar claro que este Campus era un evento independiente y desde el primer día mostramos, orden, disciplina, profesionalidad y seriedad a la hora de poner en movimiento todos los elementos que nos pudieran hacer funcionar el Campus.
Hay que resaltar la labor que han hecho todos los monitores que han colaborado en este Campus, cada uno dentro de sus posibilidades y conocimientos, adaptándose a el plan de trabajo que había marcado por la dirección, ya que sin ellos todo hubiese sido más complicado.
Haciendo un pequeño resumen final, personalmente ha sido una experiencia inolvidable, muy gratificante, sobre todo si se trabaja con niños, ya que en los tiempos en los que nos encontramos, todo el tiempo que le dediquemos nos puede resultar insuficiente. En líneas generales se han cumplido todos los objetivos que nos hemos marcado desde el principio, aprendizaje de habilidades técnicas, convivencia, fomentar estilos de vida saludable, integración de valores, divertirse haciendo lo que más le gusta y las pequeñas dificultades que se fueron produciendo se solucionaron sin mayor dificultad.
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