Un vestuario es variopinto. Mucha
afinidad con algunos, los menos, admiración y respeto por la mayoría y todos
luchando en el terreno de juego dando lo mejor para conseguir el mejor
resultado sin mirar el color de la piel, nacionalidad o credo.
El fútbol base, el fútbol formativo
en general está en manos de los clubes mas modestos y de los padres que gracias
a sus aportaciones en tiempo y especies, son los que financian y sustentan las
competiciones. Hay una gran parte social y otra que es selectiva en donde muy
pocos llegan. Cuando esto sucede los mejores, los mas fuertes, tendrán que
formarse y superar todas las dificultades, que son muchas, especialmente cuando
no se juega, junto con las lesiones, físicas y morales.
La formación de un futbolista se produce en muchas ocasiones de forma
autodidacta. “Saben hacerlo pero no como lo hacen”. Después si caen en manos de
un buen entrenador tienen muchas mas opciones de llegar a los grandes clubes.
Las oportunidades se las tendrán que ganar, pero siempre hay un componente
individual de actitud, esfuerzo, talento, sacrificio, humildad, inteligencia,
una pizca de suerte que determinaran su trayectoria.
Los entrenadores debemos detectar su
vocación, sus aptitudes, enseñándoles la dificultad que conlleva llegar al
máximo de sus posibilidades individuales, animándoles y exigiéndoles al mismo
tiempo a que se cuiden, aprendan de los errores ajenos y propios, valoren con
humildad sus virtudes y defectos y tengan un poco de suerte con las lesiones.
Recibirán en su largo camino muchas ordenes,
demasiada “táctica”, exceso de “profesionalidad” en edades en las que debe
imperar el juego; demasiados gritos (los jugadores no se enteran y solo sirve
para desahogar la frustración de los que gritan), por parte de entrenadores,
padres, familiares y tendrán que convivir con una competencia feroz. En el pasado como en el presente sin
la vocación y la ilusión es prácticamente imposible soportar la tensión, la
presión que supone estar durante todo el año compitiendo. El jugador
profesional tiene que cuidar su estado físico y mental ( su carrera es muy
corta y dependerá de como se cuida y se prepara), ya que de su esfuerzo
individual continuado dependen los resultados, propios y del equipo.
El fútbol ha abierto el camino a
muchos países que sin él hubiera sido imposible una mejora social, económica y política.
Afortunadamente “El Juego de los juegos” está sano, fuerte y avanzando en todas
las latitudes consiguiendo día a día, convencer de que todos somos iguales, sea
cual sea nuestra raza, religión o cultura, enriqueciendo con ésta actitud a la
raza humana.