Hay dos clubes que cada vez que recuerdo lo que fueron y donde están me duele el corazón.
Son el Real Oviedo y el CD Logroñés.
En la temporada 89-90 tuve el honor de dirigir al CD Logroñes. Fue una temporada desde el principio compleja, difícil, muchos jugadores jóvenes, de distintos equipos, cedidos del Real Madrid, del FC Barcelona, extranjeros como Alzamendi e Islas y los veteranos de mejor rendimiento como Quique y Manu Sarabia. La mezcla tenia el componente exacto para intentar hacer el mejor fútbol de la primera división y a la mejor clasificación de la historia de este club.
A este gran club que ésta temporada llegó a tener 12000 abonados, y un superávit de 500 millones, solo le sobró un Presidente ignorante y un Lotina ambicioso que hizo todo lo que pudo para que no tuviera continuidad este proyecto. Julio Carrascosa marchó de la gerencia, de nuevo al Atlético de Madrid y en pocos años una Entidad que lucho por estar en la UEFA cayó en manos de los mismos desaprensivos de siempre y que están al acecho de puestos relevantes y en pocos años terminó en lo más profundo de los olvidos. Una pena.
Son el Real Oviedo y el CD Logroñés.
En la temporada 89-90 tuve el honor de dirigir al CD Logroñes. Fue una temporada desde el principio compleja, difícil, muchos jugadores jóvenes, de distintos equipos, cedidos del Real Madrid, del FC Barcelona, extranjeros como Alzamendi e Islas y los veteranos de mejor rendimiento como Quique y Manu Sarabia. La mezcla tenia el componente exacto para intentar hacer el mejor fútbol de la primera división y a la mejor clasificación de la historia de este club.
A este gran club que ésta temporada llegó a tener 12000 abonados, y un superávit de 500 millones, solo le sobró un Presidente ignorante y un Lotina ambicioso que hizo todo lo que pudo para que no tuviera continuidad este proyecto. Julio Carrascosa marchó de la gerencia, de nuevo al Atlético de Madrid y en pocos años una Entidad que lucho por estar en la UEFA cayó en manos de los mismos desaprensivos de siempre y que están al acecho de puestos relevantes y en pocos años terminó en lo más profundo de los olvidos. Una pena.
Al Real Oviedo lo dirigi en las temporadas 1984-1986, teniendo de Presidente a Don Manuel Bango. En la primera temporada tuve que remodelar el equipo, dando entradas a jovenes como Berto, Garcia Barrero, Hevia, Herrera, etc. pudimos salvar la temporada y conseguir la Copa de la Liga, único titulo Nacional conseguido por este gran club. En la segunda optamos a posiciones en la tabla que por poco nos acercan al ascenso. Hoy desgraciadamente se mueve por esas zonas de la tercera división, con un deficit horroroso y una misión casi imposible de volver a ser lo que fué, un club respetado dentro del profesionalismo.
