Mis padres emigraron a Madrid, y un 5 de enero del 1.945 llegué al mundo. Mi padre murió cuando yo tenía poco más de 4 años. Sin mas razón de permanecer en Madrid mi madre tomó la determinación de regresar a nuestra tierra natal, y en aquella desconsolada soledad volvía con sus cuatro hijos a la casa materna, La Palma del Condado. Mis recuerdos de aquel entonces eran confusos al ser tan pequeño. Tengo en mi mente solo que mi adorada madre vistió toda la vida de negro por la gran perdida que supuso para ella la muerte de su esposo.
Hoy ella marcho con el, ya no esta entre nosotros murió hace unos años, Pero siempre recordaré que a menudo me decía, que mi padre comentaba orgulloso “Que extremo izquierda tengo aquí”. Ella por el contrario nunca quiso que yo jugara al fútbol, me decía que eso no era un trabajo con futuro, dar patadas a un balón, pero yo encontraba siempre el modo de jugar a fútbol, puesto que ello lo llevaba yo muy dentro de mi sangre.
Haciendo memoria mis recuerdos me llevan a una ciudad de Andalucía, La Palma del Condado, en la provincia de Huelva. Ahí me inicié como tantos Niños, en este juego fantástico que es el fútbol, dando patadas a una pelota de trapo primero, de goma después y con el balón de “badana” como algo especial. En cualquier lugar o calles de piedras, eran buenos ( para los que soñábamos con un gran campo de fútbol). Con cinco o seis años nuestro campo era en las eras, y mi primer campo fue el de los salesianos que tenían en el colegio, y en contadas ocasiones en “La Zarcilla” el campo de los mayores. Cuantas anécdotas en esta etapa “salvaje” hoy me emocionan solo recordarlas, y trabajando en una fábrica de lunes a sábado , y tuve que dejar de hacer lo que mas me gustaba en el mundo, jugar a fútbol, el gran sueño de mi vida, hasta que aburrido y demasiado cansado de hacer lo que no quería deje de trabajar,
Por aquel entonces empecé a descubrir lo que quería hacer a pesar de todos los contratiempos y zancadillas Tenía casi 15 años y las ideas muy claras, por eso al dejar el trabajo. Encontré los amigos que compartíamos las mismas aficiones todo ello hizo que reiniciara con más fuerzas y ganas, mi verdadera vocación de futbolista, y no perdía ocasión para jugar. en los Salesianos, en el campeonato el “Siempre Alegres” empezó a funcionar dentro de la liguilla.
Quizás ese lapsos de tiempo en que estuve fuera en ese descanso obligado físico y psicológico de estar casi un año y medio sin tocar un balón, hizo posible mi recuperación, tesón y fuerza por este fantástico deporte.
El Sevilla ficha a los dos mejores: Juan Molina un central de categoría y a un punta-mediocampista que hace goles para reforzar el juvenil A que había dejado Paco Gallego. Mi primer entrenador el Sr. Mario Klug, en los juveniles del Sevilla, además de entrenar casi toda la semana lo teníamos de Jefe en la Residencia en Plaza San Francisco, y donde compartíamos mesa mantel y habitación 15-20 jugadores juveniles y amateurs.
Yo no podía competir con, Hopa, Milan, Franganilllo, Diaz, Ramón.. y me pasan al amateur con el Sr. Recio, en la tercera división. Esa misma temporada, teniendo compañeros que luego jugaron como profesionales como Pintado, Flores, Alzate, Julito, Velazquez… Mario Klug de origen y mentalidad alemana y con exigencias y métodos muy avanzados para la época. El segundo de la escuela Sevillana, con un talante distinto y llegando mejor. Reconozco que no me enteré de mucho y del Sevilla “me echaron por malo”. Pocos años después convivimos en el mismo vestuario, en el mismo equipo el F.C. Barcelona, Paco Gallego de central y José Luís Romero de lateral, los técnicos solemos equivocarnos.
Antonio Ramírez en el club de mi pueblo me anima de la decepción en Sevilla y se arriesga a pesar de que mi comportamiento no es muy profesional.
Hoy ella marcho con el, ya no esta entre nosotros murió hace unos años, Pero siempre recordaré que a menudo me decía, que mi padre comentaba orgulloso “Que extremo izquierda tengo aquí”. Ella por el contrario nunca quiso que yo jugara al fútbol, me decía que eso no era un trabajo con futuro, dar patadas a un balón, pero yo encontraba siempre el modo de jugar a fútbol, puesto que ello lo llevaba yo muy dentro de mi sangre.
Haciendo memoria mis recuerdos me llevan a una ciudad de Andalucía, La Palma del Condado, en la provincia de Huelva. Ahí me inicié como tantos Niños, en este juego fantástico que es el fútbol, dando patadas a una pelota de trapo primero, de goma después y con el balón de “badana” como algo especial. En cualquier lugar o calles de piedras, eran buenos ( para los que soñábamos con un gran campo de fútbol). Con cinco o seis años nuestro campo era en las eras, y mi primer campo fue el de los salesianos que tenían en el colegio, y en contadas ocasiones en “La Zarcilla” el campo de los mayores. Cuantas anécdotas en esta etapa “salvaje” hoy me emocionan solo recordarlas, y trabajando en una fábrica de lunes a sábado , y tuve que dejar de hacer lo que mas me gustaba en el mundo, jugar a fútbol, el gran sueño de mi vida, hasta que aburrido y demasiado cansado de hacer lo que no quería deje de trabajar,
Por aquel entonces empecé a descubrir lo que quería hacer a pesar de todos los contratiempos y zancadillas Tenía casi 15 años y las ideas muy claras, por eso al dejar el trabajo. Encontré los amigos que compartíamos las mismas aficiones todo ello hizo que reiniciara con más fuerzas y ganas, mi verdadera vocación de futbolista, y no perdía ocasión para jugar. en los Salesianos, en el campeonato el “Siempre Alegres” empezó a funcionar dentro de la liguilla.
Quizás ese lapsos de tiempo en que estuve fuera en ese descanso obligado físico y psicológico de estar casi un año y medio sin tocar un balón, hizo posible mi recuperación, tesón y fuerza por este fantástico deporte.
El Sevilla ficha a los dos mejores: Juan Molina un central de categoría y a un punta-mediocampista que hace goles para reforzar el juvenil A que había dejado Paco Gallego. Mi primer entrenador el Sr. Mario Klug, en los juveniles del Sevilla, además de entrenar casi toda la semana lo teníamos de Jefe en la Residencia en Plaza San Francisco, y donde compartíamos mesa mantel y habitación 15-20 jugadores juveniles y amateurs.
Yo no podía competir con, Hopa, Milan, Franganilllo, Diaz, Ramón.. y me pasan al amateur con el Sr. Recio, en la tercera división. Esa misma temporada, teniendo compañeros que luego jugaron como profesionales como Pintado, Flores, Alzate, Julito, Velazquez… Mario Klug de origen y mentalidad alemana y con exigencias y métodos muy avanzados para la época. El segundo de la escuela Sevillana, con un talante distinto y llegando mejor. Reconozco que no me enteré de mucho y del Sevilla “me echaron por malo”. Pocos años después convivimos en el mismo vestuario, en el mismo equipo el F.C. Barcelona, Paco Gallego de central y José Luís Romero de lateral, los técnicos solemos equivocarnos.
Antonio Ramírez en el club de mi pueblo me anima de la decepción en Sevilla y se arriesga a pesar de que mi comportamiento no es muy profesional.
Antonio es conocido por todos por su gran afición y por ser un gran forofo del Atlético de Madrid. Con él pase una temporada estupenda, marcando muchos goles y creciendo futbolísticamente para lo que vendría después: pasar a profesionales.
Enrique Alex, mi primer entrenador profesional, me sorprende un día en la plaza de mi pueblo, diciéndome si quiero marchar a Villarrobledo donde prepara un proyecto importante. Una gran mayoría de los componentes de esa temporada son de la zona, Huelva, Bollullos, Rociana, La Palma...de Sevilla y algunos de la propia ciudad manchega. Para salir de La Palma CF mi hermano Paco tuvo que pagar por la carta de libertad 5.000,- pesetas.
Fué una temporada afortunada y desgraciada. Empecé a destacar rápidamente y el secretario técnico Pedro Arcas, del C.E. Sabadell recomendó mi fichaje. El traspaso de aquella época fue muy importante para el club. Me lesioné dos veces en el metatarsiano del pié izquierdo e me impidió un final de temporada totalmente feliz.
Bernardino Pérez Elizaran, "Pasieguito", (q.e.p.d.) mi entrenador en el
Sabadell. Hombre serio, ordenado, lleno de experiencia y como la mayoría de entrenadores de la época, confiando mucho en los jugadores formados. En el Sabadell de Pasiego, más aún ya que la política deportiva del Club era nutrirse de los jugadores que R. Madrid, FC Barcelona, At. Madrid o Español, no podían tener continuidad por su edad y rendimiento. En el Sabadell en lucha permanente por no descender si que lo hacían, hasta el punto de conseguir ascender y en tres años jugar la Copa de la UEFA. Me costó mucho ser titular, Sertucha, el mas longevo con su pañuelo en la frente; Isidro, Casado, Chus Pereda, Marañón, Pini, Mauri, Arnal, Palau, Seminario... jugar era mucho mas difícil con estos súper-profesionales, añadiendo el handicap de que no había sustituciones de jugadores, ésta se permitió en la temporada 1969-70.
El servicio militar me lleva a Córdoba, campamento de Cerro Muriano, y ahí se presentan los dirigentes del Jerez Deportivo, para que juegue cedido el final de la temporada 1966-67, siendo entrenador Manuel Alfaro “Manolete” (q.e.p.d.).
El ascenso colma muchas ilusiones. El mister era una gran persona, amable, educada y de la vieja escuela. Guardo un grato recuerdo en todos los aspectos, de esas dos temporadas, teniendo compañeros que me ayudaron en esos inicios de mi carrera, como Justo, Bailaro, Serrano, Goñi, Beato, Fali, Ramoncito, Alavedra, Arias, Aramendi… El cambio de formato de dos a un grupo y el descenso de los 8 últimos hizo que la temporada 67-68 fuera complicada. Cese del entrenador y llegada del Sr. Juncosa (q.e.p.d.). Su carácter afable, organizador, dialogante. Me enseñó, cuidó y procuro que dualizara el servicio militar, teniendo presente que mi cesión terminaría antes del final de la temporada.
Mi traspaso al FC Barcelona se produce en la temporada 1970-71.El entrenador es el Sr. Vic Buckingham, (q.e.p.d.), ingles, muy buen preparador, táctico y físico. Amable e ingenioso. Aprendí de él la flexibilidad en el juego, dejaba tomar iniciativas a los jugadores que respondían, el trabajo de intervalos, su capacidad psicológica para descubrir que jugadores podían dar mejor rendimiento al equipo. Ganamos la Copa del Rey y la Copa de Ferias (Uefa). En la siguiente temporada el entrenador seria Rinus Mitchell, (q.e.p.d.), holandés, míster mármol”; Iniciamos la pre-temporada en Olot. Durísima en mañana y tarde (fue el primer entrenador que en España implantó doble sesión). Su organización del juego, su fuerza, eran la otra cara de la moneda de Buckingham. Me respetó siempre como profesional, pero no jugué ni un minuto. Casi al final de temporada me cedieron al C.E. Sabadell para tratar de ayudar a que no descendiera a segunda división y me concedieron la carta de libertad.
José Emilio Santamaría me prepara en el R.C.D. Español durante las temporadas de 1972-73, 73-74 y 74-75. Una primera esplendida, con clasificación para la Uefa, una segunda no tan buena y en la tercera pasamos apuros para no descender. Su sistema de entrenamientos, su mano fuerte para dirigir al equipo y a la vez su búsqueda permanente de hermanar la plantilla, con comidas, reuniones y la cercanía con los hombres fuertes, me mostraron una parte de lo que se debe hacer en la dirección de un equipo profesional. Después con el tiempo hemos coincidido en varios eventos y siempre he sentido un gran respeto por su figura. Su paso por la selección en el mundial del 82 fue duro y difícil, los cambios tan importantes en nuestro país no le ayudaron.
En el verano del 1975, con la baja del R.C.D. Español, me presento a la convocatoria para el Titulo Nacional de Entrenador en el INEF de Madrid.
Apruebo y en el examen final después de muchas incidencias apruebo, siendo junto con Zaldua y Bertomeu los únicos jugadores en activo en conseguirlo. Con la experiencia y la mente clara del camino a seguir Lucien Muller, me ficha para el Burgos C. F... Una etapa en segunda división A, con un presidente muy peculiar, el Sr. Martínez Laredo. Jugué y rendí, ascendimos a Primera división y la experiencia con Lucien, fue muy buena. Flexible, con método, organización, dialogo y un buen equipo (Manzanedo, Pepe Navarro, Miguel Navarro, Garrido, Ruiz Igartua, Navarro, Kresic, Portugal, Viteri, Juan Gómez “Juanito” (q.e.p.d.),.. fuimos campeones. Su marcha al Real Zaragoza deja en el equipo la sensación de orfandad.
Llega Marcel Domingo, también francés, acompañado de su preparador físico, Rafa (q.e.p.d.) que lleva gran parte del trabajo del equipo. Marcel mas dicharachero, menos fiable, buscando resultados, que consigue y logra mantener al equipo en la primera división.
Terminado mi contrato no renuevo en el Burgos y ficho por un año en la Unión Sportiva Sant Andreu. Nacho Bergara, es el entrenador. Curiosamente con él se produce la mejor sintonía, es capaz de mover al equipo, comprensivo y flexible, y gracias a su tacto una temporada llena de dificultades, (el club no podía pagar y las reuniones en el vestuario eran constantes) Se llegó al final de temporada con un resultado deportivo excelente y una unión en el vestuario que en gran parte fue obra suya.
Todos mis entrenadores me enseñaron a ser el profesional que fuí, que soy. A todos respeté a pesar de las discrepancias, que las hubo. He intentado e intento en los equipos que dirijo no ser injusto, preparar, promocionar, valorar, evaluar, y dar a los jugadores el protagonismo que merecen, ellos siempre serán los primeros, los mas importantes ya que sin ellos no hay juego, pero sobre todo extraer, sacar el máximo rendimiento, primera obligación de todo buen entrenador.